Una historia de lucha, aprendizaje y transformación.

Cuando Carolina «Krespita» Rodríguez me contactó a fines de 2021, su historia ya era extraordinaria. Una campeona mundial que, en el pico de su carrera, enfrentó una prueba que cambiaría su vida: un tumor cervical que casi la dejó tetrapléjica. Después de una cirugía exitosa, su cuerpo había cambiado, y con él, su forma de moverse y entrenar.

Mi rol como su preparador físico no era solo ayudarla a recuperar fuerza, sino también a reconectar con su cuerpo. Nos enfrentamos a retos como debilidad muscular, pérdida de movilidad y, quizás lo más difícil, el miedo. Pero Krespita nunca dejó que el miedo la definiera.

El trabajo fue minucioso y progresivo. Nos enfocamos en un proceso gradual, priorizando su seguridad y trabajando en la movilidad, fuerza y confianza.

Empezamos con ejercicios básicos para recuperar estabilidad y rango de movimiento, avanzando hacia la reconstrucción de su fuerza y su técnica. Al mismo tiempo, sus ganas de aprender y mejorar nos llevaron a viajar tres veces a Argentina y una vez a España, donde me acompañó mientras profundizaba mis estudios. Estas experiencias enriquecieron no sólo su preparación, sino también nuestra visión del deporte y el movimiento humano.

El 06 de diciembre de 2024, Carolina regresó al cuadrilátero. Fue más que una pelea: fue un triunfo contra la adversidad. Verla de nuevo en el ring, mostrando todo lo que habíamos trabajado, fue un momento inolvidable.